El hombre ideal.... no existe, ni la mujer ideal, ni el príncipe azul, ni tu media naranja que te completa... son todas ideas que nos metieron de pequeños y de pequeñas en la cabeza, que solo sirven para hacernos sentir incompletos, por no tener a ese hombre o mujer con nosotras, o por tener a alguien que no le llega ni a los talones a ese ideal...
Pero yo no renuncio a la idea de un príncipe, no sé si azul; no me importa demasiado el color. Y para mí este galán solo debe cumplir con un requisito: puede ser en un balcón mínimo o en uno con vista al mar, puede ser en una mesita de luz o en algún barcito con mesas en la vereda. Pero siempre será un hombre que ame desayunar, y que se ocupe de mi desayuno, yo podré hacerle el almuerzo, la merienda o la cena, llevarle los zapatos al zapatero, prepararle una picada para que mire un partido de futbol; podré hacer por él infinidad de cosas, pero él debe ocuparse del desayuno. Y debe saber un secreto fundamental para que el tiempo que comparta conmigo en la mañana sea perfecto: no debe hablar hasta pasada una hora después del desayuno. Cuanta más atención preste a este momento del día y cuanta más creatividad le ponga, más lo amaré. ¡He dicho!
![]() |
foto: del blog pizcadevida.blogspot.com |
Te ofrecería el mio (que siempre se ocupa del desayuno) pero… no para de hablar desde el momento que se despierta hasta el momento que se va a dormir!
ResponderEliminary después dicen que las que hablamos sin parar somos las mujeres!!! ;)
ResponderEliminarTal cual! :D
ResponderEliminar